martes, 16 de julio de 2013

libreta de anotaciones re-encontrada, 2010

Internet: vaya una a saber cómo funciona el sistema, pero lo concreto es que con este maravilloso invento el mundo entero depende la tecla "enter" para comunicarse.
Como pandemia se ha esparcido por cada rincón de un terreno extraño con la consigna de la vida rápida, tratando de acarrear con ésta la tranquilidad. En google basta escribir una pregunta y presionar la tecla para recibir páginas y páginas de respuestas desde todo el mundo, con una enferma apariencia de objetividad, queriendo convencer al público que todo lo que encuentren es lo cierto, que la objetividad realmente existe. Hasta imágenes te ponen por si las dudas.

A la mierda el olor de los libros, el agrado de una conversación o el golpecito en la espalda al saludar, con esta espléndida herramienta ahora podemos buscar resúmenes en wikipedia, crear una cuenta en skype y dar un "toque" en Facebook.

claro que todo comienza con una buena intención:
con google ya no necesitarás hojear una enciclopedia por horas para encontrar el hábitat natural del tigre, con skype podrás comunicarte con tu gente en cualquier parte del mundo viéndose cara a cara, con facebook ya no necesitarás soñar con ese amor de juventud o con ese amigo cuya dirección perdiste hace años.
tampoco se puede alegar que es un un medio hostil, poco cercano, porque con sólo presionar la opción "ver amistad" tendrá frente a sus narices y sin tener que escarbar entre viejas cajas llenas de polvo una hermosa recopilación de las fotos y publicaciones con su amigo, cual álbum del recuerdo este cara de libro se encarga además de recordarle el cumpleaños de cada uno de sus contactos para que no peque de ingrato, y si usted es un romántico detallista puede incluso cibercomprar con sus ciberdólares un ciberegalo para su queridísimo y siempre bien ponderado ciberamigo.
cabe preguntarnos qué tan sano será este asunto en un sistema tan herido como el nuestro, donde las relaciones interpersonales son tan vagas y escurridizas, las clases sociales tan marcadas, donde la injusticia es tan evidente y la muerte es una constante que persigue a todos, pero a algunos mucho más rápido que a otros. Facebook se abre paso como un maravilloso submundo donde la injusticia no existe, donde cada quien puede unirse al grupo que desee y escribir en su perfil sus gustos musicales, literarios, cinematográficos, actividades.
Basta con poner una foto negra de perfil para ser un ciudadano comprometido con la educación, hacerse fan de Borges, Galeano y Jung para ser un intelectual y escribir "ciclismo urbano" en tus actividades para ser un hombre simple y desprendido del sistema.

Internet se vuelve hoy el refugio de cuanta alma solitaria habita en el mundo, y con su media naranja la TV, parecen brindar más apoyo que cualquier familia.
Pero aunque algunos sigamos disfrutando tocar la puerta y preguntar si nuestra amiga está en casa, no se trata de un tema menor, esta familia de Facebook en la era de la informática.

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