sábado, 16 de octubre de 2010

el otro día estábamos pensando con el marcelo que la gente que engorda y aflaca y engorda y aflaca y engorda y aflaca, está condenada a terminar gorda.
ahora pienso yo solita que quizá con mi mamá nos pasa lo mismo.

la gente que pelea y se arregla y pelea y se arregla y se odia y se quiere y llora y se ríe y llora y se ríe están condenadas a llevarse mal.
yo estoy condená a ser como la callampa y dejar la cagá en cualquier momento que tenga la mínima posibilidad de cagarla, y mi mamá está condenada a tenerme de hija y sentir todo con mil grados más de intensidad que el resto del mundo, está condenada a ser tan sensible.
pero claro, las lágrimas no le quitan el olor a la mierda.
menos a mi, que siempre he sido tan hedionda.
después de todo,
esto de estar viva no es ná tan bonito como te lo pintan.

martes, 12 de octubre de 2010

no sé como explicarlo.
antes yo creía que las desiluciones eran cosas pasajeras y que la gente sólo les daba mucha importancia.
eso era antes, cuando mi mayor desilución reconocida por mi como una desilución era que el chip de chocolate del manjarate cada año se hacía más chico.
ahora entiendo lo que son las desiluciones, y son algo que no se puede explicar.
es sentir que cualquier cosa que haga la otra persona será insuficiente, porque ya tuvo el momento perfecto de estar contigo y no lo hizo, o en su defecto, te hizo lo peor que te podría haber hecho alguien.
desilucionarse es como que te regalen una maleta llena de billetes grandes, y caerte al río.
como hacer el queque más rico y grande del mundo, ir caminando a contarle a tu mamá y que por alguna razón se te corten las manos, y cuando tenís el consuelo de que por lo menos vay a poder hacer de tu queque una leyenda "el mejor queque del mundo nunca podrá ser igualado, porque su cocinero quedó manco", darte cuenta que vino una bandada de gaviotas y se devoraron tu queque en dos minutos.
es eso, es estar en el desierto con una pura botella de agua y que se te rompa la botella.

desilucionarse es darte cuenta que todo lo que pensaste de una persona era falso, es darte cuenta en el peor momento de tu vida que te estvieron mintiendo todo el tiempo.
y claro, cuando ya le entregaste toda tu confianza y amor a esa persona, la pena va mucho más allá de perdonar o no.
mucho más allá de si tiene lógicamente la razón o no.
mucho más allá de qué habríai hecho tú en su lugar.
es pura emoción nomás, son sentimientos.
es desilución po, inexplicable.

















.
ahora que lo pienso, esta debe ser la madre del cordero po,
desiluciones->negación->mentiras-> DUELOS-NO-RESUELTOS.

VOILÁ!