lunes, 22 de febrero de 2010

te me apareces de repente, como los pajaritos que pasan frente a tus ojos y me quedo horas pensando en ellos, así eres. como los pajaritos.
y claro que ya no te quiero, pero qué forma que tienes de dejarme siempre pensando en ti!
cómo será sentir tan cerca a tantas lunas y aún tan lejos las estrellas?
tienes los triunfos, pero sé que no te alimentan, porque eres frívolo como el amor en si mismo.
calculador y cursi, como los enamorados.
y si el amor es sinónimo de tanta barbaridad, porqué será que tanto alimenta?
porque es como una retroalimentación, osea, cuando terminaste el proceso termina el amor y los corazones y aparecen las corazas y las espinas y el dolor.
cuando te fuiste quedé así mismo, cuando nos fuimos.
cuánto tiempo te dejé antes a ti, cuántas veces te alejé sin querer pensar que no te quería.
en el fondo creo que nunca nos conocimos bien, no pudimos.
y cuando nos pudimos conocer no quisimos darnos tiempo para eso, preferimos disfrutar todo lo posible, aprovechar todo lo que perdimos antes.
y qué terror que me da imaginarte como te vi, pensarte tan amargo, serte aún más problemática.
puedo despedirme, puedo pensar en otros y ya no compararlos siempre con lo que recuerdo de ti.
quiero a otros y ese cariño-seudo amor, no se enfrenta al tuyo ni se complica por ser tardío.
cuántas cosas te podría agradecer, para ser franca.
y tantas te agradezco, que no te lo diga no significa que no lo piense, que no lo sienta,
o que no te piense y aún te sienta.
uf, qué poco cuidadosa me han vuelto los soles.
qué poca fe que puedo tener, y cuánta alegría me da el amor.
cuánto puedo amar estando en crisis aún.
amo la vida y todas las vidas que pude conocer , quizás por eso te amo a ti.
amarte ya no es malo, ya no amo lo que amaba antes, ahora amo lo que aprendí.
y te agradezco por crecer.

"sabe el hombre dónde nace, y no dónde va a morir"
con cuántos más miro hoy los horizontes que miré contigo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario