sábado, 5 de marzo de 2011

Mientras caminaba, esquivaba miles de balazos, ignoró centenares de bombas, millones de gritos, toneladas de tomates podridos, montones de acusaciones, sanciones como cerros, castigos igual que latigazos, remordimientos, culpas, estallidos, golpes, recuerdos lapidarios y dios sepa cuántas lágrimas- cuántas angustias.
Se tropezó a penas se encontró con su mirada.

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