siempre negué que tu presencia condicionara mi estado de ánimo.
pero estuve mal casi toda la tarde hasta que supe que nos veríamos hoy,
y ahora ando saltando, me aprieta la guata, canto y hasta me arreglé un poquito.
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no sé qué voy a hacer cuando ya no estés en ningún recóndito lugar de este, mi mundo.
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