sábado, 28 de febrero de 2009

igual que ayer, como siempre.

entre tus labios y el café se deshacía esa mañana de tabaco.
La luz aún tenue hacía tributo a tus labios grandes, y tu nariz perfectamente perfilada acentuaba tu carita de niño bien.
te echaba de menos así, tan simplón y mi estómago tan apretado, el corazón apunto de gritar.
los nervios son una sensación bonita cuando uno se enamora, pero claro, yo todavía no lo sabía.
yo creo que realmente nosotros somos para disfrutar juntos, no lo supe hasta el llanto, como siempre.
ya no quiero tomar la desición.
y te debo un completo con bebida.

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