domingo, 25 de enero de 2009

no te gustan ni mis besos ni mis abrazos,

no te pido que me quieras, déjame ir.

1 comentario:

  1. El "déjame ir" me parece que está de más.

    Si no le gustan los besos ¿Para qué aceptarlos?
    ¿Tampoco los abrazos? entonces que se aparte.
    Si te quisiera, no haría falta perdile que lo hiciera.

    Simplemente sigue de largo, sin decir nada más. Algún día el recuerdo de una oportunidad perdida, de un manantial desperdiciado, se volverá en su contra y le hará reflexionar. Y al igual que como alguna vez nos ha sucedido, se dará cuenta entonces de lo que vales. Pero aunque pongas a girar al contrario las agujas del reloj, el tiempo pasado no volverá.

    Ni tus besos ni tus abrazos ni tú tampoco.

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